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Unas bolsas me llevaron a mi verdadera casa

En este momento me encuentro en la sala de mi departamento, con el televisor en el piso por que me mudé hace poco.

Me puse a pensar en las cajas, los libros, el sofá y todas las cosas que habitaban en mi otra casa.

Pienso también en las otras 5 veces que he tenido que mudarme en Argentina.

Pero esta es diferente.

Es diferente.

Diferente.

Lo digo por que nunca me había pasado, en todo este tiempo, que donar un par de bolsas con ropa me iba a llevar a mi verdadera casa.

Medio ambiguo lo que escribo, estoy claro. Pero sigue leyendo que luego todo conecta y cobra vida.

El tema es que, un par de semanas después de la mudanza, teníamos en el balcón, mi novia y yo, una bolsa enorme con un montón de ropa, zapatos y otras cosas para donar.

Pasaron 15 días y las cosas seguían ahí en el balcón. Entonces ayer, antes de ir a comprar unas verduras y frutas pa’ la casa, aproveché y agarré las cosas para llevarlas a un lugar diferente. Diferente como la última mudanza.

Aquí en Argentina, la gente suele tener cosas guardadas para donar y si te tocan el portero (intercomunicador, teléfono del edificio, o como lo llamen en tu país), pidiendo donaciones, la gente baja y las da..

Otro método, es ir a la basura en la calle y dejarlo allí para que alguien se lo lleve.

Sino, llamas a unos amigos y preguntas.

Pero yo tenia visto un lugar por Google Maps, a una cuadra y media del nuevo departamento en el que vivimos. Y este lugar tiene una manera curiosa de dar asistencia digital. Curiosa y bastante buena.

Escribí por WhatsApp pidiendo información y me dieron los horarios que tenían disponibles para recibir las bolsas.

También me dijeron que, mientras estuviesen abiertos, podía acercarme a un buzón que tienen disponible para recibirlas. Así que me fui antes de ir a comprar las verduras.

Al llegar, me encontré con el buzón super señalizado con las consideraciones para realizar una donación.

Decía una vaina así como que, si vas a regalar lo que sea, que esté en buen estado, brother. Lo que dejes aquí es pa’ tu hermano, pal brother o la sister que necesita algo.

“Si vas a donar algo, piensa en lo que te gustaría recibir y en qué estado te gustaría recibirlo”

Y seguro me dices “de bolas, Manu, es lo que hacemos todos”.

(Pues normalmente no lo hacemos, normalmente pensamos que como la vaina es pa’ donar, que vaya como sea).

Donar es un acto voluntario y desinteresado, pero con los días y sobre todo en la modernidad cada vez hacemos con más desinterés el acto de donar.

Lee de nuevo la frase anterior

Vuelve a leerla.

Cada vez hacemos con mas desinterés el acto de donar, el acto de servir, el acto de aportar a otro.

El acto de amor en una donación se expresa desde la honestidad de dar algo que nos gustaría recibir, y más o menos ese fue el mensaje que me dio Dios ese día y quería compartirte.

Siempre he tenido en mi vida una espiritualidad muy activa. Sobre todo en los últimos años.

Este día de donar, después de dejar las bolsas en el buzón, el Padre me hizo un llamado y me dejé ir hasta las bancas del lugar. En la segunda fila exactamente.

Digo el Padre porque no era algo que planeaba.

Solo iba a dejar las bolsas y a seguir con la compra de las verduras.

Pero algo me llamó.

El manu interno me dijo: vamos a hablar con Dios. Y en correspondencia, fue un llamado de eso más grande que nosotros en esta realidad llamamos Dios.

Sentado en la banca, mágicamente me conmoví y sentí como él, me llenaba de su amor mientras yo me sentía agradecido de poder visitarle.

No visitaba un templo desde bastantes años atrás.

Y mucho menos me sentaba en el banco a ver las imágenes y toda representación de Dios de la iglesia católica.

Honestamente no soy alguien apegado a la institución, aun cuando mi formación de niño fue allí.

Pero ahí estaba yo, entendiendo que Dios me había llamado para hablar con él.

Me permití escuchar todo lo que tenía para decirme.

Recordé la importancia del silencio. De sentarte a reflexionar.

La importancia de hacer una pausa. De hacerte consciente de tu respiración, hacerte consciente del momento presente, contemplar tu alrededor y sentir la energía frente a ti.

Esa energía siempre está disponible en cualquier lugar, pero solo si estamos dispuestos a recibirla.

(Todo se relaciona, por muy diferente que sea la cultura, de eso hablaré luego).

Me permití también conversar conmigo.

Conversar con maestros

Buda.

Jesús.

Selassie

Jah.

Les agradecí por su presencia en mi vida

Por mostrarme siempre su existencia en sus diferentes formas, diferentes culturas y formas de vivirlo.

También hice peticiones.

Pedí por la salud de las madres del mundo, especialmente por la mía.

Pedí que fuesen mi guía para encontrarme con cada paso.

Y sobre todo, que siguieran dándome fuerzas para llevar adelante mi mensaje de Vivir a Propósito.

Por eso esta mudanza es diferente, porque me animé a donar de una forma diferente y fueron esas bolsas las que me llevaron a visitar mi verdadera casa.

Y no me refiero al templo.

A-Dios
Manu Ramdass

PD: si no te has dado cuenta de que quiero ser creador a través de todo lo que hago, esta es una muestra de eso. Escribir y llegar a tu mail pa’ compartir aprendizajes que tenemos en el viaje.

PD2: si bien es cierto que voy a mostrar otras cosas que me forman como humano, también tengo que decirte que no dejaré de hacer música, y aquí puedes escuchar la última canción que lancé.

Aquí puedes escucharla en Spotify.

Aquí ves el Visualizer en YouTube.

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